Una vez concluido 2017 es momento de reflexionar sobre los devenires de este año natural que al sector oleícola, como es lógico, nos trajo luces y sombras...
Sombras en el campo porque llovió poco y porque el sol calentó demasiado en un larguísimo y duro verano que comenzó pronto y que se prolongó hasta bien entrado el otoño. Consecuencia de este clima severo la campaña 17/18 se presentó corta aunque con calidad y esperanza. Habrá que irse adaptando a los zarpazos del ya evidente cambio climático.
Luces en el lineal porque el consumidor supo entender y aceptar un precio digno del aceite de oliva y porque el olivar español cada vez produce mayor calidad, luces en definitiva porque el futuro está precisamente ahí: en un precio justo cimentado sobre buenos vírgenes extra.
Los 125 Municipios del Olivo, unidos en AEMO, os deseamos a todos los olivareros, almazareros, envasadores y consumidores un Feliz y Frutado 2018!