Es probable que fuera plantado hace ahora mil años, cuando en Godall, como en otros territorios de la marca, guerreaba el Conde de Barcelona, al mando de sus señores catalanes, y Al-Mansur, el invicto general del todopoderoso Califato de Córdoba al que llamaban el diablo sarraceno, es probable que, entre escaramuza y escaramuza, algún avezado campesino, sorteando las tensiones de la frontera, plantara este olivo pensando en los suyos y en sus descendientes... y lo realmente fascinante es que ese ser vivo hoy sigue vegetando, y que en 2017 haya sido objeto de una fiesta de cumpleaños, 1000 velas, por parte de los habitantes del pueblo, quizás algunos de ellos descendientes de aquel payés.