Reedición. J.M. Penco, Córdoba, 2009
Nada es casual: Los mejores aceites y las mejores narices conviven en el mismo lugar
Los zumos de la DO “Priego de Córdoba” siguen cosechando éxito tras éxito y los operadores internacionales tienen ya en su punto de mira esta pequeña región de la Subbética como el referente mundial de la calidad. Muchos se preguntan la razón de este triunfo: confluencia de suelo, clima, variedades, manejos del cultivo y de la molturación explican parte de este éxito, pero hay otra razón más que nos desvela el porqué en un momento y lugar determinados irrumpe el mito: LA APUESTA POR LA CATA
Ciudad histórica de Baeza, año 2009, Oleocata Xauen organiza un concurso que pretende encontrar al mejor catador de aceite de oliva virgen de España. Ya se habían celebrado otras semifinales en diferentes regiones como Navarra, Rioja, Murcia o Castilla La Mancha. Los finalistas de todas ellas concurrirían a la gran final que se celebró en la capital del Santo Reino, Jaén.
Se presentaron a la citada convocatoria Sur hasta 26 aspirantes de casi todas las provincias andaluzas y castellano manchegas, a los cuales se les exigió unas nociones mínimas de cata y casi todos eran catadores o se han formado como tales.
Se les sometió durante una intensa mañana a catas ciegas donde deben caracterizar y detectar defectos, virtudes y diferentes intensidades de éstas. El nivel ha sido muy alto pero llega el momento de nombrar a los ganadores de la cita.
Y aquí surge el dato que queremos advertir: Ganador, José Antonio Torres, catador del panel de cata de la D.O. Priego de Córdoba, segundo clasificado, Fermín Rodríguez, catador del panel de cata de la D.O. Priego de Córdoba y tercer clasificado, Andrés Rivadeneyra, catador del panel de cata de la D.O. Priego de Córdoba. Triplete.
Todo ello demuestra que casi nada es fruto de la casualidad y si de la causalidad.
Priego de Córdoba, hoy por hoy, es referencia mundial de calidad alzándose mes a mes con los más prestigiosos premios nacionales e internacionales, rozando, en ocasiones, la insolencia. Y hechos como el descrito nos demuestran que allí también residen las narices más finas y entrenadas. La causa-efecto es notoria e indudable.
Que concurran en este lugar los mejores no es porque las condiciones innatas como catadores de los “subbéticos” sean superiores a los de otras zonas, como son los jamaicanos en el hectómetro, sino porque entrenan sus sentidos continuamente, seleccionan aceites continuamente y se reúnen para ello periódicamente, esto nos consta.
Para nosotros el hecho ratifica que la apuesta por la calidad pasa por el trabajo, el esfuerzo y la labor bien hecha y cuando es así, que nadie lo dude, los éxitos llegan en forma del frutado más intenso.
Desde AEMO felicitamos al Consejo Regulador de Priego de Córdoba, miembro de nuestra Asociación, en este 25 Aniversario y sobre todo sacamos una lección que queremos transmitir: la formación continua es una inversión rentable.